Proceso Creativo
Cada martes, en Barquito de Papel se navega, sin ruta ni límites, entre la imaginación y la creatividad. Es así como se logran frases interesantes, divertidas y potentes que luego son tomadas para co-construir diseños que son llevados a múltiples soportes: tazas, estuches, delantales, monederos, llaveros, mouse pad, poleras y bolsas.
Todo parte con un juego de completar oraciones con la primera palabra que les aproxime a la mente. Así, sin pensarlo tanto y sin esforzarse. Entre risas, rápidas respuestas y otras un poco dudosas, se van armando una variedad de frases, cada una con un toque de originalidad y algunas de ellas nunca antes oídas.
Y es que, en este proceso de crear, en Barquito de Papel se respeta las expresiones de cada participante. Aun cuando los demás no comprendan la respuesta que alguno pueda entregar, esta se toma y anota, debido a que es la manera en que se quiere referir a -por ejemplo- cómo es su sonrisa, para qué son los abrazos, o qué le gusta; es decir, no se trata de interpretar ni buscar aquella palabra del diccionario que tiene sentido para todos y que es reconocida por la Real Academia de la Lengua Española. Por el contrario, se va sumando a este vocabulario de la diversidad que hace del laboratorio de diseño comunitario, un espacio inclusivo.
Es así como nacen esas frases tan características que se estampan en cada producto de la línea de diseño de Barquito de Papel. “El secreto de la vida es silencioso”, “Mi risa es vibri”, “Somos un grupo de yeyes”, “El celeste es azul” y “Cuidado con acoque” son algunas de las auténticas creaciones que surgen en una jornada de trabajo; las cuales, además de provenir del imaginario de cada participante, luego son plasmadas sobre papel o en el Ipad.
Este ejercicio de completar oraciones se extiende por más de media hora ya que si bien hay quienes entregan su respuesta de forma inmediata; otros, se toman su tiempo; aun así, cada joven tiene la oportunidad de participar en este juego. De esta manera, no se dejar escapar ninguna palabra que pueda generar una frase impactante, de aquellas que al escucharlas o leerlas producen un “¡Me encanta!”.
Entre carcajadas y entusiastas intervenciones, así como en medio de entrega de motivación para quienes no se animan a decir lo que piensan, se va gestando esta importante etapa en el proceso creativo de Barquito de Papel.
Finalmente, luego de hacer trabajar a la mente es hora de poner manos a la obra. Con lápices de color, pinceles y pintura, o con el lápiz del Ipad, cada una de estas frases cobran forma al escribirlas con uno o más colores e incluso con algunas letras al revés; trabajo que luego es digitalizado para, con ello, comenzar a integrarlas con dibujos o imágenes desarrolladas también en los talleres… pero eso, ocurre en otra jornada.
